Río Suquia Paseos Educativos te invita a conocer la Reserva:

El presente trabajo es fruto de una larga tarea de búsqueda, recopilación y selección de los artículos temáticos más relevantes sobre el Cerro Colorado y las pinturas rupestres en general. Asimismo, he privilegiado aquellos que son de una lectura clara y didáctica.
Tengo como objetivo que este trabajo sirva como referencia para conocer más a fondo esta Reserva Cultural Natural ubicada en la Provincia de Córdoba (Argentina), además de servir de material de apoyo a los estudiantes que la visitan año a año.
Durante 28 años de actividad como profesional en turismo he tenido la dicha de acompañar y guiar a centenares de alumnos por esta reserva, y un fuerte lazo de cariño se ha formado con esta tierra. Que sea entonces este blog una forma respetuosa de agradecer y valorar al cerro y su gente.
Eduardo Marconetto

Flora de Cerro Colorado


Sacha huasca (Dolichandra cynanchoides)
La vegetación que actualmente cubre el área del Cerro Colorado puede interpretarse como la síntesis de acontecimientos naturales ocurridos en tiempos geológicos pasados, y que por otra parte, son comunes a todo el sistema serrano en esta provincia.

Los estudios permiten suponer que antes del levantamiento de la Cordillera de Los Andes, las áreas que hoy constituyen las sierras pampeanas de Córdoba estaban cubiertas en su mayor parte por vegetación de características tropicales.


Shinqui (Mimosa farinosa)
La elevación del sistema andino, al impedir la entrada de vientos húmedos del Pacífico, trajo aparejados cambios climáticos notables. Así es como se llegó a la aridez en áreas próximas a la cordillera, y a la semiaridez en aquellas más alejadas. La vegetación comenzó, entonces, a evolucionar hacia la adquisición de características xerófilas, típicas del los ambientes secos.

Algarrobo (Prosopis chilensis)
A través de este lento proceso de adaptación y ajuste de las especies vegetales a las nuevas condiciones creadas, se formó en el sistema de sierras, un “bosque serrano” constituido por especies de distinto linaje, es decir, especies de características de distintos ambientes. Así, el clavel del aire, el coco y los chaguares son de linaje andino; en cambio otras como el mato, el chañar, el tala y el mistol son de linaje tropical.
Entre las especies arbóreas que componen el bosque de la Reserva Cerro Colorado, se encuentran aquellas que mantienen el follaje todo el año –perennifolias- como el molle de beber y el coco, y aquellas que lo dejan caer en otoño e invierno –caducifolias- como el chañar, el tala y el algarrobo, entre otras.

Mato (Myrcianthes cisplatensis)
En los faldeos, la especie típica es el mato, fácilmente identificable por su tronco y ramas, a veces muy tortuosas, y por su corteza amarillenta canela, de textura muy lisa que al tacto produce la sensación de frío. Su área de crecimiento está prácticamente restringida a ese sector de las sierras norteñas de Córdoba. Pertenece a la familia de las mirtáceas, a la cual también perteneces los eucaliptos y los arrayanes, que viven en el sur argentino y chileno.
También observamos el manzano del campo, cuyos frutos al madurar adquieren tonalidades rojizas intensas; y el molle de beber, con sus características hojas coriáceas y brillantes. Esta especie es evitada por algunas personas debido a que su secreción, casi imperceptible y en forma de fino rocío, puede provocar síntomas alérgicos. En estos casos se dice que la persona “ha sido flechada por el molle”.
Debido a las condiciones de microclima que ofrecen las quebradas, el bosque desciende por los faldeos hasta la orilla misma de los arroyos.

Aromito / Espinillo / Churqui (Acacia caven)
La importancia del bosque como cubierta vegetal protectora, especialmente de los faldeos, ha llevado a su declaración como “bosque protector permanente”. Su disminución o desaparición llevaría a la pérdida del suelo por acción del viento y el agua; a la alteración de los hábitats, al avance de las condiciones de semiaridez, al desajuste de las condiciones de equilibrio, perdiéndose el valor productivo y belleza escénica del área.
Las modificaciones del hábitat son la principal causa de la disminución o desaparición de las especies animales y vegetales. 

Palma caranday (Trithrinax campestris)
Entre la multiplicidad de especies que también crecen en la zona, se encuentran el piquillín serrano, el garabato, el espinillo o aromito, y la palma caranday, entre otras. Es característica la flor de la “lagaña de perro”.
Llama la atención la cantidad y variedad de líquenes (una asociación entre un hongo y un alga), sobre las piedras, ramas y trocos, que caracterizan a un área no degradada. Dentro de las xerófilas, aparte del mencionado chaguar, vemos a la opuntia, el ucle, quimilos y cardones.
(Fuente: Cuadernillo editado por el Departamento Áreas Naturales de la Dirección de Recursos Naturales Renovables – Córdoba – 1976 – “El Parque Arqueológico Natural Cerro Colorado”)